jueves, 7 de junio de 2012





LA INSPECCIÓN DEL BANCO DE ESPAÑA





Una amiga, alta funcionaria del Ministerio de  Hacienda, me manda copia de un escrito que La Asociación de Inspectores del Banco de España, remiten al Vicepresidente Segundo del Gobierno y Ministro de Economia y Hacienda el 26-05-2006 , poniendo en evidencia la complaciente lectura que hace el Gobernador del Banco de España, Jaime Caruana , de la situación económica y de su falta de voluntad a la hora de tomar para adoptar las medidas necesarias para hacer posible la  reconducción de la delicada situaciónen aquella época (hace 6 años ) para hacerla más sostenible y segura.

Con independencia de que me parecen un poco ingénuos al dirigir la carta a Solves , que por aquellas fechas publicamente  negaba rotundamente la crisis y llamaba antipatriotas a los que sostenían que estábamos en los primeros embates de una crisis profunda  y que el Gobernador Caruana  lo único que hacia era  seguir como un borrego las instrucciones que se le daban respecto al tratamiento y calificación de la situación económica , tanbién hay que reconocerles a los inspectores una enorme valentía al saltarse la linea de mando. ¡ El cabreo de Caruana al enterarse que sus inspectores lo acusaban de flojeras al Vice! .

En 2006 ya los inspectores del BE tenian pefectmente diagnosticada la crisis bancaria . Un exceso de créditos con garantía hipotecaria concedidos  y un incremento de créditos solicitados al exterior para financiar los anteriores, que originaria unas dificultades , tan pronto como una situación económica adversa provocara  paro y consecuentemente  un incremento en el impago de las cuotas de los créditos concedidos. Recomendaban  que por el organismo regulador , el BE, se tomaran medidas inmediatas, para contener esa política que a la larga podría ocasionar problemas y dificultades al País 

Mientras el Gobiernos presumia en los foros internacionales de nuestro sistema bancario, tachándolo del mejor del mundo., el resto de los paises empezaron a implementar potentes medidas de reestructuración  del sistema financiero, Lo que los inspectores vaticinaban hace 6 años, sucedió  y ahora  a trompicones , en medio de una tormenta financiera perfecta a nivel internacional, a destiempo y con los problemas podridos e inquistados , tomamos medidas y como no tenemos dinero y no es facil obtenerlo y de obtenerlo es muy caro, llamamos  llorando a Europa para que nos financie la reestructuración de nuestros banco , realmente de nuestras Cajas reconvertidas en Bancos. 

Cuando tu pides dinero la primera pregunta que te hace el posible prestamista es : ¿ cuanto?. Aquí se produce ya un verdadero carajal , por ejemplo en Bankia , primero el BE autorizó como suficiente  del orden de 7.000€, después se habló de 9.000, después de13.000 y al final resulta que reestructurar BANKIA costará 23.000 €. ¿ Es que la inspección del BE no conocía la situación de Bankia , ? pués claro que si . Pero su Gobernador  esta vez  MAFO , politicamente  permitia mantener en balance los valores de adquisición y no los de mercado de activos inmobiliarios, realmente devaluados. Esto generalizado en todo nuestro sistema bancario llevó a que en los mercados perdieron la credibilidad en el organismo regulador de la banca española : el Banco de España , e impusieron una evaluación del desfase a dos firmas externas independientes. 

El descrédito del Banco de España es un daño irreparable al la economia española , que tardará años en recuperar el pretigio de una institución creada por CarlosIII., con la particularidad de que ya está acordado de que la supervisión de la banca será a nivel comunitario , vaciando de contenido a la única competencia que le quedaba al BE , ya que la de la emisión de moneda y control monetario se trasladó al Banco CentraEuropeo con motivo de la introducción del Euro.

¿ Cual va a ser ahora  el trabajo del nuevo Gobernador Luis de Linde ? 


 Para los curiosos , se adjunta copia de la carta  de la Asociación de Inspectores del Banco de España.
Ministerio de Eeonomlil y Hacienda

REGISTRO GENERAL DE ALCALA
ENTRADA
N° de Registro: 20205 J RG 40736
Fecha: 2:6/051200613:03:50
Señor Vicepresidente Segundo del Gobierno y Ministro de Economía y Hacienda:
Los inspectores del Banco de España, a través de esta nota informativa, queremos
distanciamos de la complaciente lectura de la situación económica española que hace
en sus últimas intervenciones el actual Gobernador del Banco de España, el señor don
Jaime Ca ruana, y mostrar asimismo nuestra preocupación por su falta de voluntad
para adoptar las medidas necesarias para hacer posible la reconducción de la delicada
situación actual hasta hacerla más sostenible y segura. En sus más recientes
intervenciones " el todavía responsable de la Institución de supervisión bancaria en
España, además de obviar algunas de las principales causas de los desequilibrios
actuales y de minimizar la importancia del riesgo latente en el sistema financiero
español, ignora las previsibles consecuencias que, para una parte del sistema
económico y para un número considerable de familias, podría tener una posible
evolución adversa del entorno económico. En nuestra opinión, -que en cuestiones de
supervisión financiera entendemos cualificada, pues no somos nosotros los recién
llegados a esta compleja labor técnica--, ni todos los riesgos están tan controlados
como afirma el Gobernador, ni es probable que las consecuencias sean tan limitadas
como él propone si, finalmente, alguno de los mencionados riesgos latentes llega a
materializarse.
Por todo ello, y como reflejo de la lealtad que le debemos a la Institución en la que
trabajamos, los Inspectores del Banco de España nos vemos en la obligación de hacer
constar que el nivel de riesgo acumulado en el sistema financiero español como
consecuencia de la anómala evolución del mercado inmobiliario en España en los
últimos seis años es muy superior al que se desprende de la lectura de los
mencionados discursos del Gobernador. Además, creemos que su análisis sobre las
circunstancias que han propiciado la delicada situación actual es, cuando menos,
parcial, ya que obvia una de sus causas más evidentes: la paSiva actitud adoptada por
los órganos rectores del Banco de España --con su Gobernador a la cabeza-- ante el
insostenible crecimiento del crédito bancario en España durante los años del mandato
del señor Caruana. En nuestra opinión, detrás de este crecimiento desordenado del
crédito -€specialmente, en la parte dedicada a la financiación de la actividad
inmobiliaria-- se encuentra, en último término, la falta de determinación demostrada
por el Gobernador para exigir a las entidades sometidas a la supervisión del Banco de
España el rigor en la asunción de riesgos exigible a gestores de recursos ajenos.
Como consecuencia inmediata de esta ausencia de medidas, el proceso de
aceleración del crédito bancario, originalmente circunscrito a las entidades con menor
cultura en el control de sus riesgos, se ha ido extendiendo a las demás entidades de
crédito que operan en el sistema financiero español por efecto de la, por otro lado
saludable, competencia. De este modo, incluso las entidades con mejores sistemas de
evaluación y gestión del riesgo, se han visto "obligadas" a entrar en esta carrera por la
captación de negocio y -mUy a su pesar y con el único objetivo de evitar ser
expulsadas del mercado- han tenido que conceder operaciones cuya rentabilidad
esperada no justificaba en modo alguno el riesgo asumido al concederlas.
En una dinámica como la descrita, en donde la corrección de los excesos y errores
sólo se produce una vez ha pasado algún tiempo -y normalmente mediante procesos
de ajuste más o menos traumático&-, es donde los mecanismos públicos de
supervisión justifican su razón de ser, pues al estar al margen de las dinámicas
competitivas del mercado pueden llevar a cabo evaluaciones de los riesgos en las que
se tomen como referencia períodos de tiempo más amplios, de forma que se consiga
evitar, en lo posible, que las consecuencias de los errores cometidos por las entidades
al conceder sus operaciones acaben siendo . transferidas, de una manera u otra, a la
Sociedad en su conjunto. La única institución con autoridad normativa y capacidad
técnica suficientes para exigir de manera generalizada a todas las entidades del
sistema financiero español una evaluación del riesgo coherente con los principios de
rentabilidad esperada y eficiencia económica era, y es, el Banco de España.
Desafortunadamente, en nuestra opinión, esta Institución, durante los seis años de
mandato del actual Gobernador, ha optado por mantener una actitud de pasiva
complacencia que, a nuestro modo de ver, está en el origen de los desequilibrios que
hoy denuncia el señor Caruana en sus intervenciones.
Por otro lado, este desmedido crecimiento del crédito bancario, destinado en su mayor
parte a la financiación de la actividad inmobiliaria en todas sus fases -y, a nuestro
entender, una de las causas principales de la extraordinaria subida del precio de los
inmuebles en España-, ha' acabado provocando otro tipo de problemas en las
entidades de crédito espeñolas. Recientemente, algunos riesgos típicos del negocio
bancario, como el riesgo de tipo de interés o el de liquidez, se han visto incrementados
de forma muy acusada por la .necesidad de las entidades de crédito de acudir al ahorro
exterior para conseguir los fondos necesarios para financiar el crecimiento de su
inversión crediticia. Debido a que el incremento del pasivo tradicional -Jos depósitos
bancario&- ha demostrado ser insuficiente para dar contrapartida al acelerado
crecimiento del crédito, las entidades españolas han tenido que buscar fuentes
adicionales de liquidez, y lo han hecho acudiendo a los mercados financieros de la
zona del euro, aprovechando las posibilidades que proporciona la moneda única. Para
ello, han recurrido principalmente a tres vías de financiación "no tradicionales": la
emisión de "títulos híbridos de capital". --participaciones preferentes, deuda
subordinada, etc.-; la segregación en títulos, para su posterior venta, de una parte de
los activos de sus balances (es decir, titulízando activos); y, por último, captando
liquidez a través del endeudamiento a corto plazo en los mercados interbancarios de la
zona del euro. Esto, que en sí mismo no es negativo -antes al contrario, pues sería
reflejo de la progresiva conve,gencia de los mercados financieros de los países que
han adoptada la divisa única-, sí tiene implicaciones muy importantes para la
rentabilidad futura de las entidades y, en último término, también para su propia
solvencia. Así, respectivamente: a) los titulares de los híbridos de capital exigen
rentabilidades muy superiores a la ofrecida a . los títulares de los depósitos bancarios
tradicionales; b) !a venta de los títulos resultantes de los mencionados procesos de
titulización, en muchas ocasiones, no alcanza a los tramos de mayor riesgo, lo que
tiene como consecuencia que el riesgo de las carteras titulizadas no se transfiere al
exterior del banco o caja en. cuestión, acumulándose en sus balances; y c) las
favorables condiciones de financiación que hoy ofrecen los mercados interbancarios
de la zona del euro pueden volverse menos favorables en un futuro próximo si las
tendencias ya iniciadas de subida de tipos de interés se acentúan, haciendo que el
recurso a esta fuente de financiación acabe siendo sustancialmente más cara que en
la actualidad. Todo ello, que tiene su origen, en nuestra opínión, en la complaciente
actitud del Gobernador ante el desmedido crecimiento del crédito en España
---principalmente, con destino en el sector inmobiliario--, ha incrementado la
exposición de las entidades de crédito españolas a los riesgos mencionados.
Sin embargo, no queremos decir con esto que las entidades de crédito se hayan
equivocado acudiendo a estas fuentes de financiación, pues, a fin de cuentas, el
riesgo es parte intrínseca del'negocio bancario y la misión de los gestores bancarios
-y de sus supervisores públicos-- no es rehuirlo, sino identificarlo y gestionarlo
adecuadamente. En la medida en que no haya '~erceros afectados" cuando el riesgo
se materializa, la elección de las fuentes de financiación de las entidades de crédito es
algo que compete a sus órganos de decisión, reservándose al supervisor únicamente
la misión de garantizar que, efectivamente, las consecuencias de los errores no
exceden la esfera de quien fue responsable de elfos. Sin embargo, insistimos, sí nos
preocupa que una parte de ese crecimiento del crédito -el que ha exigido el recurso a
estas nuevas fuentes de fiFlanciacióll- pueda tener su origen en distorsiones
competitivas causadas por una inadecuada gestión de las entidades con sistemas de
control del riesgo más precarios, pues elfo significaría que una parte importante del
crecimiento del crédito experimentado por el sistema bancario español en los últimos
años no estaría justificado por rentabilidades esperadas superiores a las históricas,
sino por un proceso de deriva en la gestión de las entidades que ha dado lugar a una
relajación generalizada de los criterios de concesión del crédito. De ser esto asi, las
entidades de crédito españolas estarían operando sin afectar suficientemente sus
cuentas de resultados con los cargos por provisiones necesarios para hacer frente a la
pérdida esperada de sus carteras, por lo que, salvo que los gestores de las entidades
hubieran decidido unilateralmente retener una parte de los beneficios de las
sociedades que dirigen en forma de reservas, es previsible suponer que el nivel de
solvencia de estas acabe viéndose afectado una vez cambie la coyuntura y se
manifieste el riesgo latente en sus carteras. Si aquellas dotaciones voluntarias de
reservas no se hubieran realizado y de ello se pudiera derivar un aumento inaceptable
del riesgo asumido por el sistema, nosotros consideramos que el supervisor público
podría -y debería- actuar para reconducir la situación.
Decimos que pOdría actuar porque en esta ocasión, a diferencia de lo sucedido en los
sonados casos de insolvencia societaria 'que han salido recientemente a la luz, la
legislación española sí reconoce medios normativos suficientes al Banco de España
para que pueda actuar si sus órganos rectores lo consideran pertinente. la ley
13/1994, de 1 de junio, de Autonomía del Banco de España, en su articulo 7. 6, dota a
esta Institución con "la capacidad para supervisar la solvencia, actuación y
cumplimiento de la normativa específica de las entidades de crédito", a la vez que, en
virtud del artículo 23 de la misma ley, la Comisión Ejecutiva del Banco de España
---presidida por su Gobemadof- tendrá asignada, entre otras, la tarea de ''formular a
las entidades de crédito las recomendaciones y requerimientos precisos, así como
acordar respecto a ellas y a sus órganos de administración y dirección la incoación de
expedientes sancionadores y las medidas de intervención, de sustitución de sus
administraciones, o cualesquiera otras medidas cautelares previstas en el
ordenamiento juridico cuyo ejercicio se haya encomendado al Banco de España". Con
estos instrumentos legales, y los que le reconoce la ley 26/1988, de 29 de julio, de
Disciplina e Intervención de las Entidades de Crédito -así como los contenidos en sus
propias circulares bancarias--, el Banco de España cuenta con los medios normativos
necesarios para poner freno a los crecimientos del crédito que considere inadecuados.
Es decir, aun cuando la normativa española de supervisión prudencial está lejos de ser
perfecta, no son sus evidentes carencias las que explican la pasividad del Banco de
España en los últimos seis años en la prevención de la creciente exposición de las
entidades de crédito españolas a los riesgos relacionados con el sector inmobiliario,
sino la voluntad de su máximo responsable, el Gobernador.
En resumen, los inspectores del Banco de España no compartimos la complaciente
actitud del Gobernador del Banco de España ante la creciente acumulación de riesgos
en el sistema bancario español derivados de la anómala evolución del mercado
inmobiliario nacional durante sus seis años de mandato, ni tampoco coincidimos
completamente con él sobre las causas del, a nuestro juicio, insostenible
comportamiento de los precios de los inmuebles en España, ni sobre las medidas a
adoptar para reconducir la situación hasta hacerla aceptable. El bienintencionado
optimismo del Gobernador, lejos de tranquilizamos, nos inquieta. Nosotros, los
inspectores y técnicos de supervisión del Banco de España, precisamente porque
somos los que examinamos in situ la situación de las entidades bajo el ámbito de
supervisión de esta Institución, incluidas las sociedades de tasación, conocemos de
primera mano la situación del sistema financiero español y la del mercado inmobiliario
nacional -información que, como no podría ser de otra manera, hemos comunicado
puntual y lealmente a los órganos rectores del Banco de España a través de nuestros
informes de inspección--, por lo que, siendo conscientes como nadie de los riesgos a
los que nos enfrentamos, no podemos ser tan optimistas como está demostrado ser, al
menos por ahora, nuestro Gobernador.
Si bien es cierto que también nosotros consideramos que la gran mayoría de las
entidades de crédito españolas están bien capitalizadas y que, por ello, su solvencia
no es previsible que se vea comprometida aun en los escenarios más desfavorables,
no lo es menos que en esos mismos escenarios, y en otros no tan improbables, el
número de familias que tendrá que afrontar serias dificultades para hacer frente a sus
compromisos financieros crecerá de manera alarmante. En estas circunstancias, no
podemos compartir las manifestaciones triUllfalistas del que consideramos máximo
responsable de la delicada situación actual.
Por todo ello, los Inspectores del Banco de España queremos hacer constar que no
compartimos el cándido optim.ismo del Gobernador ante la previsible evolución de la
situación económica española, y que, desde nuestro punto de vista, y sin alarmismos
injustificados, sí hay motivos suficientes para la preocupación, especialmente si se
tiene en cuenta el legado de los seis años de mandato del señor don Jaime Caruana.
ASOCIACION DE INSPECTORES DEL BANCO DE ESPAÑA

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