viernes, 1 de marzo de 2013







RECONSTRUCCIÓN  DEMOCRÁTICA  








Respecto a mi anterior artículo he recibido muchos correos con comentarios , que , como eran de amigos, como es natural,  eran elogiosos , algunos con sugerencias interesantes ,otros con comentarios adjuntos en el blog .

Entre los comentarios destaca el de mi hermano Pablo , desde Brasilia , que por su consistencia y contenido es más un artículo, que un simple comentario, y abusando de mi primogenitura ( el es el 6º hermano de 9) y de su bondad , seguro que me perdonara , a continuación lo copio y pego :

Querido Rosendo,

Leí todo tú artículo, que es mucho leer, y te felicito por haberte molestado en plasmar por escrito tus reflexiones, muy oportunas ante el ambiente que estamos viviendo.

Te animo a que concretes más las medidas que deberían tomarse en todos los niveles de la distintas administraciones públicas. Ya las mencionas pero sería bueno que las sistematizases, y  entiendo que sería bueno hacerlo por niveles administrativos , es decir, qué se debe hacer respecto de la Admon. General del Estado, de las CC Autónomas y de las Locales. Qué debe ser normativa básica, Quién puede hacerlo . El cómo, ya es más técnico y es pura instrumentación. Por supuesto hay que aprobar mucha normativa horizontal obligatoria a todo el sector público, como en materia de personal, contratación, subvenciones, órganos de control, , tributaria, mercado interior, etc..

Pero todo ésto enlaza directamente con el modelo de Estado que queremos y podemos tener; y que constituye  lo primero que debemos aclarar sin dilaciones. Es cierto que ya se pueden ir tomando medidas de racionalización del servicio público sin esperar a una modificación del Texto Constitucional como, por ejemplo, reducción drástica del número de Municipios en todo el territorio del Estado. El tema de las Diputaciones, que deben desaparecer, no sé si exige una modificación constitucional, creo que sí pero se pueden vaciar de contenido hacia los municipios y las CCAA. 

A éste respecto, los distintos modelos de estado son válidos siempre que sean democráticos y de Derecho. Si unos prefieren el Estado Centralizado, tipo Francia, u otros el descentralizado, como son la mayoría de los de nuestro entorno occidental, es cuestión de gustos o preferencias. Ambos son grandes y caros. Pero ese debate creo que, a éstas alturas, no debería producirse en nuestro país, pués en su momento ya se optó por un modelo, el descentralizado, que, con muchísimos errores, abusos y extralimitaciones, es lo cierto que permitió un grado de desarrollo territorial más equilibrado. En todo caso, los poderes tienen que estar equilibrados a través de sistemas de contrapeso, más fáciles en un sistema descentralizado. No debe ser el sistema, centralizado o no, lo que debe consumir nuestras energías en éste momento, ya no hay tiempo que perder, sino el llegar a un modelo racional, posible y funcional, es decir eficiente según los recursos de los que disponga en cada momento una sociedad

A mi modo de ver, los constituyentes de 1978 no dejaron cerrado el modelo de Estado, bien porque no pudieron, bien porque no supieron, pero, en todo caso, eran conscientes de que el modelo no quedaba completo. Entiendo que fué el arte de lo posible en unos momentos delicados para una sociedad como es el paso sin traumas de un modelo dictatorial, fuertemente centralizado e intervencionista, a un modelo democrático, fuertemente descentralizado y liberalizado. Si a ésto le añadimos la entrada de España en la Unión Europea en 1986, nos encontramos con  que hemos asistido como nación a un proceso pacífico, pero revolucionario, en la forma de nuestra organización política y administrativa. En efecto, por un lado, el poder central se vió seriamente cercenado al perder importantes parcelas de poder, Educación Sanidad, Servicios Sociales, infraestructuras, etc.... hacia la periferia, las CCAA, y, al mismo tiempo, cedió no menos importantes parcelas de poder hacia instancias supranacionales, La UE, como moneda, aduanas, comercio exterior, comercio interior,  políticas comunes europeas en agricultura, pesca,  reguladores de sectores importantes, etc... Es decir, se vació, conscientemente,de competencias a la Administración General del Estado que quedó muy debilitada pués no se reforzaron las parcelas de poder que continuaban, y continúan, siendo de su titularidad y me refiero, fundamentalmente,  a la normativa básica, a la alta inspección, etc, competencias que debían asegurar la solidaridad y la cohesión entre los territorios. Con un Tribunal Constitucional, que debería actuar de árbitro y guardián de los preceptos contenidos en nuestra Carta Magna,muy politizado, pasó lo que pasó: las CCAA entraron en una dinámica de "cada vez más" competencias en una dura lucha contra la Administración General del Estado y el Gobierno de la Nación, cada vez más débiles frente a las demandas de los partidos nacionalistas. Mientras la economía aguantaba se permitia todo, pero en un momento de crísis, grave y generalizada, emergen los abusos, irracionalidades, estridencias e ineficiencias, imposibles de mantener por más tiempo. Se hace necesaria una reorganización general y profunda en nuestra forma de organizarnos politicamente como sociedad democrática de Derecho;para que gobierno y administración cumplan con sus fines que no son otros que garantizar el interés general y los derechos de la persona como individuo, haciéndolos compatibles; promoviendo su prosperidad, su riqueza y, por qué no ? como dice la Declaración de Filadelfia, la búsqueda de la felicidad.

Creo que, por razones históricas, se huyó de la expresión de Estado Federal, forma de organización super testada en nuestro entorno y que admite muchas variantes, pero en todas existe un poder federal fuerte por encima del poder de los estados federados, que pueden conservar importantes competencias propias que no sean incompatibles con la idea de unidad que todas asumen con lealtad. El Estado de las Autonomías fue haciendo camino al andar pero con indefiniciones que actuaron en contra de la ida de unidad de la nación española. Es decir, por huir de la expresión semántica de "Estado Federal", en la práctica se llegó más allá de un Estado Federal, con todos sus incovenientes y ninguna de sus ventajas.

Hace falta una regeneración democrática; asumida, propiciada y defendida por los partidos políticos democráticos,  Pero, ojo, cuando se habla de democracia debemos tener claras ciertas cosas:

1.- No puede haber democracia sin derecho ni derecho sin democracia. La democracia es pues intrinsicamente regulada, limitadora y garante de derechos individuales y del interés general.

2.- No puede haber democracia sin mercado ni mercado sin democracia´

3.- Cuando se habla de mercado, se habla de mercado regulado ( democraticamente y que garantice el libre juego d sus  reglas en beneficio de la comunidad, que dispondrá de más y mejores bienes y servicios a mejor precio ). Es decir, el mercado no es, no debe ser, esa hydra de siete cabezas causante de todos los males de la sociedad. La sociedad está mal porque fué mal gobernada, demagocicamente gobernada. 

4.-El mercado es el necesario escenario en donde se manifiesta una de las principales libertades que es la libertad económica, la libertad de empresa, garantizada en todas las constituciones democráticas. El concepto de mercado implica pues limitación. El mercado ha de ser libre y, como tal, limitado o regulado. Como la democracia.

5.- El mercado, la democracia, no es incompatible con el Estado de Bienestar.Bien al contrario,  mercado y democracia sólo son incompatibles con el Estado ineficiente.

6.- La democracia, el mercado, exigen que principios como los de solidaridad, cohesión y distribución de la riqueza, sean efectivos.

7.- No hay democracia sin una administración independiente. Por supuesto la administración ha de estar bajo la dirección del poder político, democraticamente elegido, pero ha de gozar de la independencia necesaria para garantizar su no utilización partidaria. Es decir, la adminstración sirve al interés general con sujección a la ley y al derecho.

8.- La función pública ha de ser independiente, aunque bajo la dirección del poder político, pero ha de ser eficiente. Eficiencia que ha de revalidarse periódicamente. No es suficiente haber aprobado unas oposiciones. El servidor público ha de estar en permanente actualización para cumplir eficientemente su función al servicio de la sociedad.

9.- La función pública ha de ser enteramente profesional. Ha de desaparecer, o limitar a la mínima expresión, el personal eventual. No se puede entrar en la administración por la puerta de atrás.

10.- Deben agravarse las penas o sanciones por conductas contra la lealtad o la buena adminstración.

Por supuesto todo ésto no es incompatible con que los distintos programas políticos priorizen la utilización de los recursos públicos hacia determinadas políticas públicas propiciadoras de generación de riqueza y de sus distribución en bienes y servicios que garanticen la solidaridad y la cohesión.

Porque es muy fácil decir "nada de recortes y más política de inversiones", sin hacerse la inmediata pregunta de " con qué se financian las deseadas por todos inversiones ". Creo que estamos pagando con dinero de nuestro bolsillo, y a un alto precio, todos los excesos de una política irracional y demagógica.

Bueno, termino porque si no me enrollo tanto como tú en éstas reflexiones que hago a título puramente personal y teórico como estudiante de Derecho y ciudadano.

Un abrazo y ánimo, continúa.
Pablo.

Es importante conocer lo que opina uno de los funcionarios que ha tenido altas responsabilidades en la construcción del Estado democrático a nivel central y autonómico , desde su inicio , aunque sea a través de algo tan informal  como una carta dirigida a su hermano .





2 comentarios:

  1. Un amigo me indica una serie de temas para artículos posteriores :En cuanto a la administración: Reestructuración, redimensionamiento, reducción, profesionalización, procesos de acceso y programas comunes con contenído mínimo para cada grupo y obligatorios en todas las administraciones en todo el territorio del Estado. Erradicación del personal eventual; pues el personal de confianza, que deberá ser siempre mínimo, puede perfectamente ser extraido de dentro de la Administración. No es de recibo que los jefes de gabinete eventuales, secretarias y demás asuman funciones de gestión puenteando a los órganos de gestión.

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