LA
VERDAD
Mi
padre , que era un coñón , contaba siempre que, en castellano,
existían adjetivos descalificativos que, no solo califican al
nombre negativamente , si no que lo desdibujan , lo desfiguran, lo
distorsionan, y al final el significado es de otra naturaleza , vamos
que no lo conoce ni la madre que lo parió . Ponía como ejemplo el
oro alemán, donde alemán descalifica al oro y ya nadie sabe de que
estamos hablando, pero que no se trata de oro , lo mismo pasa con
plata meneses, que no es plata ni nada. Y todo para llegar a aquella
extraña forma de la democracia orgánica, que era como se
autodefinía el régimen de Franco , que naturalmente no era una
democracia , término que quedaba destrozado con lo de orgánica,
debía ser por que era lo que le salia de los órganos pendulares al
Generalísimo.
Los
políticos son seres extraños, especialmente preparados para
distorsionar el lenguaje hasta límites verdaderamente asombrosos.
Sin rubor alguno “ la verdad” es objeto de manipulación y
ocultamiento , unas veces para exajerarla brutalmente y otras para
minimizarla también brutalmente , nunca para contarla o aceptarla
simple y llanamente tal y como es, o pasó. Dependiendo de si estás
en el gobierno o en la oposición el solsticio de verano , además de
tener los días más grandes, es propicio para la creación de empleo
o es un éxito político independiente y viceversa .
La
corrupción institucionalizada nos permite asombrarnos todos los dias
con acusaciones sin medida contra los contrincantes y con
comprensivas y prudentes excusas a favor de los correligionarios . La
verdad a secas no le interesa a nadie del mundo de la política ,
pero nos interesa a los ciudadanos , que al fin y al cabo somos los
que pagamos la fiesta .
Las
recientes y seguidas sentencias del Tribunal Supremo , todas ellas
favorables a políticos tan importantes como Blanco , Matas y Barcina
nos permite verificar la eficacia de los adjetivos descalificativos
del término VERDAD . Los interesados, con la sentencia en la mano y
la voz engolada, reivindicaban cínicamente su honor mancillado, en
base a una verdad judicial, último refugio de los políticos,
especialmente de los de alto rango , los más de 10.000 aforados , ya
que después de haber marcado las cartas de los Tribunales Superiores
de Justicia y del Supremo , malo será que no toque una baza
favorable , y que, con una pintoresca apreciación de los hechos
probados , se dictamine que no son punibles . Los incrédulos
ciudadanos nos quedamos con la verdad real , la ética , la moral,
más cercana a los hechos .
Cuando
los adjetivos descalificativos no son lo suficientemente explicativos
degradantes , la verdad se convierte en versión o peor en relato,
que es, además, adaptativa , evolutiva , cambiante y elástica
,según sea necesario. En estos últimos dias nos han obsequiado con
sus versiones expléndidas ,virgueras sobre sus respectivos problemas
: Rajoy, Mas y Griñán, que tienen un denominador común, los tres
niegan absolutamente todo, no es lo que parece , unos extraños
tesoreros ( algunos fallecidos )o unos rarísimos interventores son
, en su caso, los culpables, que iban a su aire , sin que los
responsables máximos se enteraran de nada , y que llegado el momento
de que los jueces demostraran los hechos y fallaran en contra, en
firme , después de miles de recursos , el partido reembolsaría el
dinero y pelillos a la mar. Se acogen también a una verdad judicial
. También los ciudadanos tenemos nuestra versión de los hechos, más
verosímiles , más sencillas , más creíbles , y que podemos
explicar sin términos tan melífluos , tan manipulados , que no hay
forma de entenderlos . A lo mejor es lo que se pretende .
En
las democracias occidentales avanzadas, la verdad es el eje
fundamental de la relación de los políticos con los ciudadanos . La
credibilidad es esencial, por eso cualquier indicio de actuación
rozando lo no ajustado a la ética pública o personal , sin que sea
necesario que sea un delito o un hecho irregular , etc , da lugar a
una dimisión . No es necesario llegar a una verdad judicial firme ,
los meros indicios procesales son suficientes para provocar una
dimisión. Aquí no dimite nadie , ergo nuestra democracia es muy deficiente .
¿ Responsabilidad política ? ¿Pero que es eso? aqui no existe.
¿ Responsabilidad política ? ¿Pero que es eso? aqui no existe.
Dicen
que, en la guerra, que es el fracaso de la política , la primera
víctima es la verdad; en España no hay que llegar tan lejos , es
suficiente la política diaria para destrozar la verdad.
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