El
pasado 25 de marzo se celebró el sesenta cumpleaños de la firma de
los Tratados de Roma, que funda lo que ahora llamamos la Unión
Europea, formada por 27 países con más de 500 millones de
ciudadanos y esperando para entrar gran parte de las repúblicas
europeas que fueron dependientes de la antigua URSS. Es el proyecto
político de carácter supranacional de mayor transcendencia que
haya habido en la historia. Después de salir de la crisis con
problemas, entre ellos la salida de Reino Unido, puede morir de
éxito, si no somos conscientes de lo que representa y de los
inmensos costes que la idea de Europa ha generado a lo largo de
veinte siglos.
Europa es producto de invasiones
de pueblos de distintos orígenes y por tanto de diversas razas ,
lenguas, costumbres, culturas y religiones. A su vez de su seno
salieron millones de personas que han colonizado y dominado
prácticamente en todos los territorios de este planeta llamado
tierra, unas veces obligados por la miseria, la hambruna, las plagas,
y otras por el espíritu de dominio territorial , económico o
incluso religioso.
Cuando
en el sistema educativo estudiábamos, como unas materias
fundamentales, Geografía, Historia. Latín y Literatura, más allá
del actual límite obtuso autonómico “da carreiriña dun can “,
nos percatabamos que lo que es actualmente Europa , estaba formada,
antes de la era cristiana, por multitud de tribus, pueblos, que a su
vez sufrían invasiones de otros pueblos, que imponían sus culturas,
lenguas, organización social y sus religiones, en una constante
evolución.
De
Roma salió , a base de conquistas bélicas, la primera unificación
de lo que es hoy el núcleo de Europa, desde Hispania, Galia,
Britania, Germania, los territorios de lo que son Bélgica y Holanda,
y todos los paises bañados por el Mediterraneo. Se les impuso la
organización política y administrativa, el latín como idioma,
costumbres, creencias, etc, en una palabra nos unificó culturalmente
de forma trascendente, eso si a la fuerza, y su profunda huella nos
dejó impregnados, hasta tal punto que no pudo ser borrada
absolutamente por la caída del imperio romano, a causa de invasiones
sucesivas y posteriores de pueblos bárvaros de procedencia oriental
y asiática y árabes de procedencia africana, que a su vez
impusieron sus culturas, aplastando la romana, ya cristianizada. Me
recuerdo de la traducción del latín de “Comentarios a la Guerra
de las Galias “, obra histórica y también de promoción política
del proconsul romano Julio Cesar, en la que relata las operaciones
militares en las Galias al frente de cinco legiones en los años 58
a51 a.C.
El
Emperador Carlomagno , 700 años más tarde, fundó a base de
conquistas, el Sacro Imperio Romano
Germánico, que comprendía la Galia, Italia, Germania , y
parte de España, evitando la expansión del Islam, convirtiendo a
todos los pueblos al cristianismo, dándole a la educación, y a la
administración y al ejército, gran importancia. A su muerte, el
Imperio Carolingio, se disgregó . Creo que la idea de Europa, más
bien Roma, estaba más en Julio Cesar que en Carlomagno, sobretodo
por el tiempo de permanencia del dominio romano y por las profundas
huellas culturales dejadas, pero hay opiniones.
Las
cruzadas ( 1.096 -1291), aún siendo unas acciones europeas,
impulsadas por los papas, en la que participan ejércitos de naciones
europeas, con el objetivo común de liberar Tierra Santa del
dominio musulmán, y frenar al turco, no pueden considerarse, a mi
juicio, como germen de una idea de Europa. Han contribuido más a la
idea de Europa el impresionante movimiento demográfico, social,
cultural, artístico, arquitectónico y religioso que fueron y son
los Caminos de Santiago.
Carlos
I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, otros 700
años después, logró reunir un vasto territorio en lo que es
Europa, en base a herencias familiares , pero manteniéndolo a
fuerza de las armas con guerras continuas con Italia, cuatro con
Francia, con los turcos, y sobre todo las disputas contra sus propios
príncipes y súbditos, que, se convierten al protestantismo, para
hacerse fuertes y diferentes ante el Emperador, defensor de la fe
católica, Después de 30 años, el Emperador abdica, y, como
siempre, el imperio europeo se dispersa. Remedando a Zapatero , su
Imperio Romano Germánico era discutido y discutible, solo le
ocasionaba guerras y , por tanto gastos , mientras que su Imperio
Español, sobre todo en América , le aportaba la plata y el oro,
que necesitaba para pagar sus deudas originadas por las múltiples
guerras por mantener su Imperio europeo.
Napoleón
no solo conquistó militarmente toda Europa continental, ocasionando
( entre 1799 y 1815) unos tres millones de muertos, si no que
expandió el espíritu de la Revolución Francesa, de igualdad ,
libertad y fraternidad, en las “constituciones” que dejaba en los
territorios conquistados , sobre la garantía delos derechos de los
ciudadanos, su igualdad jurídica y política, la libertad de cultos,
la anulación de los privilegios feudales, hereditarios de la
nobleza en que se basa el Código Civil Napoleónico, que sirve de
inspiración a la legislación de muchos países occidentales, que
les ha permitido entrar de golpe en la Edad Contemporanea. Su labor
en la construcción administrativa, centralizada y uniforme,
secularización de bienes eclesiásticos, normalización de pesas,
medidas, etc. No se le puede negar a Napoleón su gran influencia en
la naturaleza, valores y esencia de lo que es la Europa moderna,
decía: “Si hubiese dispuesto de tiempo, muy pronto hubiese formado
un solo pueblo, y cada uno, al viajar por todas partes, siempre se
habría hallado en su patria común”, eso si, por la fuerza de las
armas.
El
Congreso de Viena, 1814-15, celebrado después de la derrota de
Napoleón, restablece diplomaticamente, y según dicen festiva y
regaladamente, las fronteras anteriores a la Revolución Francesa,
asegurándose cuatro potencias el equilibrio de poder, para evitar
conflictos armados a gran escala relegando a España, entre otros ,
como gran potencia europea, papel politicamente de segundón, o como
se dice ahora de potencia media, que mantiene hasta este momento .
Guerras
intestinas entre estados europeos por motivos territoriales,
religiosos o económicos, están constantemente presentes en la
historia europea, jalonados por periodos de hambrunas y epidemias
que mermaban la población e incentivan las emigraciones en masa a
distintos puntos de América, África y Oceanía, dejando diezmados,
casi sin población, países enteros. La revolución industrial
mejora la economía de algunos estados, generando también tensiones
de la recién nacida clase obrera, trabajo infantil, y una aparición
de la mujer en el mundo laboral. Surgen las democracias, los partidos
y los sindicatos de clase, el liberalismo, el marxismo, los
fascismos, y se acrecientan los nacionalismos, los separatismos , los
anexionismos, los imperialismos, los populismos salvadores de
derechas y de izquierdas, etc.
Situados
en el siglo XX, Europa se ve inmersa en la Gran Guerra del 14, donde
60 millones de militares europeos luchan entre si , en un conflicto
que ocupa la práctica totalidad del territorio europeo y que además
se extiende por África, Oriente Medio, Pácifico, China y costas
americanas con otros 10 millones más de soldados y costó de 10 a 30
millones de muertos y millones de heridos. Esta gran guerra ocasionó,
además, en Europa, grandes destrozos físicos, sociales y morales.
Un observador privilegiado de las negociaciones de paz, que terminó
con la firma del Tratado de Versalles, como fue un economista,
funcionario británico que formaba parte de la delegación británica
, John Maynard Keynes , expone con claridad meridiana en un libro
titulado “ Consecuencias económicas de la paz”. Sostenía que
las humillantes y draconianas obligaciones impuestas a Alemania, como
reparaciones de guerra, con la intención de que no pudiera levantar
más la cabeza y no pudiera ser nunca más una amenaza para el resto
de los países europeos, sería un desastre para Europa. Keynes
preconiza en su libro que habría que ayudar a Europa a
reconstruirse, bajar las tensiones entre países y crear un futuro de
esperanza. Como a los economistas los políticos no nos hacen el
mínimo caso, ya que tenemos una mala fama en prevenir el futuro, el
ansia de revanchismo de las potencias victoriosas prevaleció y
sumió a la economía alemana a una crisis humillante, que ha tenido
que especializarse para exportar, mientras la población hacia
sacrificios, para obtener recursos para pagar las reparaciones de
guerra, que provocaron el nacimiento de nazismo y la gestación de la
II Guerra Mundial, desarrollada entre 1939 y 1945, que generó, en
Europa unos 46 millones de muertos, de ellos civiles 25 y soldados 21
solo en Europa , de un total de 60-70 millones en total, en los
cinco continentes, además de inmensos daños morales , sufrimientos
, destrozos materiales inconmensurables, desplazamientos de población
de millones de personas , hasta la fecha desconocidos, y heridas y
rencores de difícil superación.
A
la finalización de la guerra Europa queda dividida en dos bloques,
políticamente enfrentados, en una “ Guerra Fría”. El bloque
oriental bajo un férreo dominio, político, económico y militar
soviético, y el bloque occidental formado por Gran Bretaña ,
Francia , Alemania, USA, y resto de países aliados.
El
bloque occidental no cometió los mismos errores que en el Tratado de
Versalles y emprendió un ambicioso programa de reconstrucción de
los países devastados por conflagración bélica, tanto de
infraestructuras, viviendas, industrias, como de las estructuras
políticas democráticas. Contaban con una base de capital humano y
de la financiación de Estados Unidos a través del Programa de
Recuperación Europeo, ERP o Plan Marshal, que supuso una ayuda de
12.000 millones de dólares. Todos los países europeos , incluida
Turquía, se beneficiaron, en mayor o menor medida de las ayudas ,
salvo España, por su régimen no democrático, germanófilo,
autárquico,y proteccionista. En los cuatro años que duró e Plan
Marshal, Europa conoció el mayor progreso de la historia, se
recuperó la agricultura, la industria, y se reconstruyeron ciudades,
infraestructuras, y se reformaron profundamente los sistemas
monetarios y financieros de los países. La palabra milagro económico
aparece para calificar la evolución económica europea,
especialmente referido a Alemania, basado en el libre comercio, libre
mercado, sin planificación centralizada, etc. Surge la necesidad de
plantearse un enfoque supranacional, coordinado, para abordar las
grandes necesidades de capital y tecnología para poner en pié de
forma lógica y conjunta, las industrias del carbón y del acero y se
crea la Comunidad Europea del Carbón y del Acero ( CECA ) en 1951,
por seis países : República Federal Alemana , Italia, Francia,
Bélgica, Holanda y Luxemburgo, y se establece un impuesto común
suprimendo las aduanas interiores y estableciendo una aduana común
y un mercado común con libre circulación de los productos del
carbón y del acero. En una palabra se engendra el proyecto de lo que
es hoy la Unión Europea. Una vez fallidos varios proyectos de unión
federal y de defensa común, se decantaron por la unión de
intereses económicos, más práctica que los planteamientos
políticos que afectaban al espíritu egoísta nacionalista de los
países.
Por primera vez en la historia
europea se crea un organismo supranacional, que integra sectores
económicos estratégicos, por la vía del acuerdo diplomático,
superando la tradición de la imposición bélica europea que se
refleja en el resumen histórico con que se inicia este artículo, en
el que queda reflejado el tremendo coste social y en vidas humanas,
y materiales de los enfrentamientos bélicos que, de forma
recurrente, asolaron la geografía europea, idea que obsesionaba a
los políticos europeos de la postguerra, que pretendían que esa “
costumbre” cainita y recurrente, en más de dos mil años, no
volviese a suceder jamás, y que el reducido tamaño, en algunos
casos ridículo, de los países, no pudiera ser argumento para la
reivindicación territorial, como escusa de confrontamiento bélico.
Ese objetivo se ha conseguido plenamente , y solo por eso, ya está
justificada la Unión Europea.
Hace
60 años el 25 de marzo de 1957 se firman los Tratados de Roma ,
creando por los 6 países fundadores de la CECA, la Comunidad
Económica Europea, CEE y la Comunidad Europea para la Energía
Atómica, EURATON. La integración económica como metodología
práctica y realista, tenía un enorme trasfondo político, que unía
a países democráticos, que respetaban el libre mercado, las
libertades y derechos de los ciudadanos, trascendiendo a esa
autolimitación de integración económica al organizarse
institucionalmente con un poder ejecutivo: el Consejo de Ministros y
la Comisión, un poder legislativo El Parlamento Europeo, y un poder
judicial el Tribunal de Justicia Europeo. Ante el evidente éxito
económico logrado, en sucesivas ampliaciones se adhirieron a esta
iniciativa 22 países, no sin sufrir importantes contratiempos: el
veto a la entrada de Reino Unido mantenido por Charles de Gaulle por
considerarlo un Caballo de Troya de USA, el fracaso de los referendum
de Suiza y Noruega , la salida de Groenlandia y en estos momento por
el Brexit del Reino Unido, en proceso de salida de la Unión. Los
obtusos nacionalismos de los políticos están detrás de estas
insolidarias, egoistas, cortoplacistas y erróneas decisiones, total
los efectos de estas decisiones las sufren y pagan solo los
ciudadanos.
El
crecimiento europeo tan espectacular, es una excepción en el resto
de las países, ya que se caracteriza la creación y el sostenimiento
de la economía del bienestar. La explicación a esta “rareza”
es que en Europa han gobernado alternativamente , en estos 60 años,
dos ideologías: la social demócrata y la demócrata cristiana. Hoy
tienen que rearmarse ideológicamente, para hacer frente a
estériles populismos, de derecha e izquierda. Evidentemente tanto
los partidos populistas de izquierdas o marxistas, como los de
derechas o fascistas, que surgen como hongos en épocas de crisis,
son antieuropeos, señal de que una Europa fuerte y unida, es una
medicina eficaz, que los debilita y los desactiva, y evita que puedan
llevar otra vez a Europa, al horror de un enfrentamiento bélico.
El
fin de la guerra fría, la desintegración de la URSS, y la caída
del muro de Berlín el 9 de Noviembre de 1989, muro antifascista o de
la vergüenza, según el lado en que se mirara, levantado realmente
para evitar la huida masiva de los ciudadanos de los países del
Este, aceleró las peticiones de entrada en la Comunidad Europea de
las repúblicas de centro europa y bálticas, sometidas al yugo
soviético . Recuerdo perfectamente la caída del muro, retrasmitida
por todas las televisiones. Estábamos tan asombrados como los
propios berlineses orientales, pasando el muro con sus humeantes y
anticuados coches Trabant y con la boca abierta mirando los luminosos
escaparates de ropa, electrodomésticos y coches de Berlín
occidental , tras 28 años de 155 kms de muro de 4 metros de alto,
fuertemente armado. Con el muro cayó el telón engañoso de las
sociedades y economías de la Europa del este, que había quedado
bajo el dominio férreo de la URSS, desvelando el abismo existente
con los niveles alcanzados por las naciones de la Europa occidental.
Ese desnivel de penuria se explica facilmente por los siguientes
motivos: a) La URSS exigió a las repúblicas bajo su control: RDA,
Finlandia, Hungría, Rumanía, onerosísimas reparaciones de guerra
por un importe equiparable al Plan Marshal, incluso con traslado de
instalaciones fabriles, requisa de producciones agrícolas,
servicios, traslado forzoso de poblaciones, etc; b) El fracaso de la
planificación económica impuesta, visualizada por tres ejemplos: se
seguían produciendo Tv en blanco y negro, aunque ya no se compraban;
el coche Trabant no había sido mejorado de sus 31 años de vida;
los bosque quemados por la polución eran visibles para los que
viajábamos observando la realidad del paraíso propagandístico y
solo veíamos miseria, atraso, y no funcionamiento del sistema
colapsado por directrices ineficaces, ineficientes e inoportiunas y
c) La falta absoluta de libertades civiles, políticos marionetas al
servicio de los intereses de la Unión Soviética, corrupción
institucionalizada y generalizada capilarmente a toda la sociedad,
totalmente controlada policialmente en base a la delación. El
panorama era de unas sociedades pobres, grises , tristes, vencidas y
sin esperanza, por esa razón se entregaron rápidamente al
decrépito y decadente mundo capitalista, dejando su paraíso
marxista, con entusiasmo juvenil. Eran como es ahora Cuba , pero sin
música caribeña, y los cubanos con la misma obsesión , si les
dejaran , estarían todos en Miami, o en España, y Cuba llena de
turistas. Hoy forman parte de la Unión Europea los siguientes paises
dependientes del poder soviético: Polonia, Bulgaria, Chequia,
Eslovaquia, Eslovenia , Croacia, Hungría, Estonia , Letonia,
Lituania,y Rumania. Están en proceso de incorporación:Servia
Albania, Macedonia, Montenegro, Turquía, y como candidatos Bosnia
Herzegobina y Kosobo. La Repúblida Democrática Alemana desapareció
y se integró, sin más, en la República Federal Alemana, con un
generoso y altísimo coste colectivo por parte de Alemania y del
resto de países europeos. Hoy podemos decir, sin temor a
equivocarnos, que los partidos populistas de corte marxista, “venden”
una ideología averiada y caduca, especialmente en un mundo
cibernético globalizado, cuyos efectos sobre los pueblos son, sin
una sola excepción, nefastos económicamente y sobre todo
socialmente, por la ausencia de derechos humanos, de libertades
civiles y con altísimos sufrimientos y costes sociales, de difícil
o imposible reparación. Las ideologías políticas hay que
evaluarlas por los resultados reales, sino son tan solo cantos de
sirena y hueca palabrería, y aquí tenemos un grupo de países en
donde se ha aplicado el marxismo, durante muchos años, con los
resultados visibles y verificables, y todos han solicitado la
integración en Europa, huyendo de Rusia.
Esta
integración de países de la Europa oriental presenta enormes
dificultades políticas y sociales, y precisará de grandes esfuerzos
financieros para incorporarlos al nivel económico medio comunitario
y plantearán nuevos problemas como seguridad, movimientos
migratorios masivos, laborales e incluso de defensa, al ser la
frontera con Rusia, con sus pretensiones anexionistas, como Crimea y
Ucrania, que no duda en utilizar todo su potencial bélico, para
recuperar la influencia que tenía en la zona la desaparecida URSS.
Las relaciones con Rusia , USA y Gran Bretaña serán los grandes
retos diplomáticos .
La
mayor dificultad será la gobernanza de una entidad supranacional con
más de treinta países, muchos sin tradición democrática, que
quieren resaltar su nacionalidad recién recuperada y sojuzgada
durante tanto tiempo, con una renta muy por debajo de la media
comunitaria, sin infraestructuras, con rechazo a inmigraciones,etc.
Esta dificultad puede ser para España una oportunidadad para
liderar, con Alemania, Francia e Italia, una Unión Europea , que
además de ser una gran potencia económica, territorial y
demográfica, y por tanto política, sea un ejemplo de desarrollo
económico sostenido, de bienestar social, cultural y ecológico,
que otras grandes naciones ni se plantean: ni USA , ni China , ni
Rusia, y menos las emergentes de Brasil e India.
La
idea de Europa nunca ha estado tan cerca del éxito , ni tan el
peligro de fracaso como ahora. Hasta ahora el método seguido es el
práctico de la integración económica , logrando tejer una densa
trama de intereses que facilitaron evitar confrontaciones violentas
entre países , que no es poco. Pero ese mismo camino nos lleva
inevitablemente a aplicar medidas, cada vez más, políticas que
afectan a cesiones de soberanía sensibles como son la integración
fiscal, la laboral, la seguridad y la defensa.
A
los que puedan pensar que soy un pesimista, al mencionar tanto a la
Unión Europea como elixir antibelicista, les recuerdo que, después
de la II guerra Mundial, en Europa se desencadenó la violenta y
genocida guerra de los Balcanes y en la actualidad se mantiene muy
vivo el violento conflicto de Ucrania. En ambos España ha estado y
está implicada con unidades de acción y material de combate, no tan
solo como asesoramiento, ni apoyo. Son significativos los rebotes de
personajes ingleses cuando se habló de la problemática se se
originará en Gibraltar por el Brexit: que si mandaban a la Royal
Navy , que si Malvinas , etc. Un lenguaje duro, agresivo y matón,
que gracias a que no ha tenido eco en los Gobiernos español e
inglés, por que desencadenaría una escalada de amenazas agresivas
La
Europa que me gustaría es aquella que supere los efectivos vínculos
de la integración económica, llamada despectivamente Europa de los
mercaderes, y se convierta en la Europa de los ciudadanos, que los
más de 500 millones de europeos , tomen conciencia de los beneficios
de la unión, se sientan orgullosos de ser europeos. Que como nación
de primer orden pueda abordar los grandes cambios tecnológicos como
globalización, la robotización, la inteligencia digital, etc, con
la velocidad acelerada con que evolucionan los cambios y tomar con
agilidad las medidas sociales para que los trabajadores, no paguen
las consecuencias y se adapten a las exigencias que imponen
inevitablemente los cambios, y siga siendo, a nivel internacional,
una isla del llamado estado de bienestar . Debemos llegar a exigir,
los ciudadanos, una mayor velocidad en la evolución de la Unión
Europea, y para ello debemos ser conscientes de los beneficios
individuales y colectivos que nos genera la unión, y las ventajas
comparativas de estar unidos a la pacata visión tradicional de
estados minúsculos, que nos ha aportado una historia de veinte
siglos de guerras , muertes de millones de ciudadanos , pérdidas
materiales ingentes y mucho sufrimiento, siempre arrastrados por
partidos populistas fascistas o marxistas, que con cantos de sirenas
prometiendo maravillas con sencillas medidas, que como el bálsamo
de fierabrás soluciona todo magicamente.
El autor parece tratar de convencer a los europeos de que unidos por medio al libre intercambio comercial entre ellos y haciendo un bloque para competir en un mundo "globalizado", es la solución para la paz y el progreso de más de quinientos millones de europeos. Es muy difícil lograr una unión entre naciones y pueblos que tengan culturas e idiomas diferentes; eso, sin contar con las influencias religiosas o de ideologías internacionalistas extremas. En 1776, 13 Estados (colonias) ingleses se unieron y formaron una nación; esta fue creciendo hasta llegar a cincuenta estados y la adquisición de muchos otros territorios. La cultura y el idioma de esos Estados Unidos de Américas son los mismos para todos (sistema democrático y el idioma inglés). Los países hispanohablantes en el continente de América, pudieron hacer los mismo, cuando Bolívar quiso organizar La Gran Colombia. Entonces, considero que para empezar a hablar de unidad, se debe comenzar con el idioma; y, cuando eso suceda, por ley natural y forzada, habrá una cultura universal de la humanidad. Solo así, habrá progreso en el mundo y bienestar para todos (eso es utopía). El mundo está repartido y seguirá fragmentándose con naciones cuyos pueblos se identifican por su cultura e idioma o dialecto. Reconocer a cada nación, protegerlas de agresiones bélicas, económicas, culturales, e ideológicas foráneas a ellas, debería ser el papel de una organización como Naciones Unidas, sin más organizaciones regionales y proteccionistas, que sí, dividen al mundo. Esto último, no es utopía.
ResponderEliminarAmigo Cosme , Gracias por tu comentario , al que le hago una serie de consideraciones. Antes quiero dejar bien sentado que, con mis reflexiones, no quiero convencer a nadie de que con integrar intercambios comerciales tengamos un seguro de paz a todo riesgo, pero solo eso ha logrado que , de momento, las naciones integradas no se enfrentaran en 60 años , cosa que no había sucedido en los 20 siglos que analizo, y solo por eso creo que el proceso de la Unión Europea se justifica , además de haberse incrementado el nivel de vida de las naciones pertenecientes a dicha Unión.Estoy de acuerdo contigo que lograr una integración política sin la utilización de las armas, es difícil, de momento inédito, y que para mantenerlo la imposición de un idioma es clave. La formación de España , como nación, nace con el final de la Reconquista con la toma de Granada por lo Reyes Católicos que se enfrentan con el problema de un gran territorio que había estado ocupado durante siglos por pueblos y reinos árabes, por lo que la expulsión de los árabes no conversos era una elemental decisión bélica y la generalización del idioma castellano se fue imponiendo . La decisión de expulsión de los judíos , por Edicto de Granada de 1492 también tenía ese trasfondo unificador,en este caso religioso, ante el mayor nivel económico que tenía este pueblo y por tanto de gran influencia. En tiempos visigóticos , mil años antes ya habían sido perseguidos. Yo creo que fue un gran error por el efecto empobrecedor que ha tenido la expulsión. Durante mis viajes por el mundo me he encontrado judíos descendientes de los expulsados que tenían todavía las llaves de sus casas y que hablaban un castellano antiguo y cantaban canciones sefarditas de hace más de 500 años, sinceramente me emocionaron. Hace dos años se les reconoció por Ley la nacionalidad española a los descendientes de aquellos judíos expulsados.. Esto nos dice lo difícil que es hacer una nación por vías pacíficas . Los políticos de las naciones europeas despues de la II Guerra , se lo plantearon, pero los nacionalismos y los rencores entre los países victoriosos y los vencidos no lo hicieron posible y empezaron por lo práctico que es una integración de intereses , de mercados , de legislaciones, de derechos de los ciudadanos, En caso de conflicto , no creo práctico las acciones de la Onu. De momento hablan y discuten de dinero y no hablan de conflictos bélicos. Veo que eres un buen estudiante de Ciencias políticas, te felicito.
EliminarMi amiga Mónica me manda por email el siguiente comentario :
ResponderEliminarUno de los mejores artículos que has escrito.
Me ha encantado.
Simplemente un comentario, si estudias la corta historia de la Unión Europea (antes Comunidad Económica Europea) observarás que de todas las crisis ha salido reforzada porque se han aprovechado para reforzar la integración y dar un salto hacia una unión más intensa.
Espero que los dirigentes actuales tengan la misma inteligencia.