ANTE EL ABUSO DE LA BANCA
El abuso a que se ha
visto a que se ha visto sometida la
sociedad española en todos los campos es ignominioso, y no solo afecta al
sector bancario, que es sobre el que pretendemos llamar la atención en este
artículo, sino también el sector de seguros, las compañías eléctricas, de transportes,
alimentarias, de automoción, de construcción, etc. Abuso que viene tan de viejo
que se pierde en la historia, y sobre el cual, lamentablemente, la sociedad no
ha recibido comprensión , ni apoyo, ni ayuda, por parte de las Administraciones
Públicas, ni por los órganos de control, ni han merecido la más mínima atención
por parte de ningún partido de derechas, ni de centro, ni de izquierdas. Los
consumidores, el pueblo llano, las familias, la clase media, los trabajadores,
solo son objeto de atención para que voten, y eso en este periodo democrático,
porque antes ni eso, solo son una masa de gente
a la que se puede machacar a impuestos, o para las empresas poderosas hacer lo que les salga
del gorro, sin temor a que se les controle seriamente sus precios, la calidad y
seguridad de sus productos, etc. A algunos les parecerá una exageración lo que
digo, que algo ha mejorado últimamente, pero creo que ha mejorado lo mínimo, para que
no se caiga el caseto. Los ciudadanos consumidores de bienes y servicios somos
una lata, y más si estamos asociados, igual que las asociaciones de víctimas
de accidentes, del terrorismo, o de la talidomida,
o de estafas colectivas financieras o de errores médicos, no sabe nadie como
sacárselos de encima.
La legislación
española, en general, no pivota, en la defensa del consumidor, ni individual ni
colectivamente, ni aplica el principio inspirador de “ induvio pro consumer “
en casi ningún caso ( no conozco ninguno), y menos cuando se trata de
estafas o reclamaciones colectivas.
¿ Por que hay que proteger al consumidor? Por
dos motivos : a) por que la posición contractual ante las administraciones y empresas, es inferior
y generalmente muy débil y b) porque sin
esa protección la economía de mercado, y más en un contexto globalizado, termina
no funcionando.
Centrándonos en el
sector bancario, en España siempre ha campado libremente, haciendo lo que
quería, en todo momento, basándose en una legislación permisiva y en una
actuación “amigable”, cuando no activa animando los abusos, por parte de los
órganos de control especialmente el Banco de España y la CNMV. En ese contexto
los partidos políticos y sindicatos se
han zampado las populares Cajas de Ahorro, que suponían nada más y nada menos
que la mitad de nuestro sistema financiero, cuyo rescate nos ha costado más de
60.000 millones de euros, 6 puntos del PIB, se han estafado a millones de
pequeños ahorradores, con las
Preferentes, obligaciones subordinadas, la coña de los sellos, etc., y se han
lanzado de sus viviendas, a miles de ciudadanos, con la connivencia de los
gobiernos, y de una Ley Hipotecaria y la de Enjuiciamiento Civil no conformes
con el Derecho Comunitario europeo. Todo muy escandaloso y doloroso, que
parecía agotar, hasta ahora, nuestra capacidad de asombro.
Nada comparable con el
escándalo que se está vislumbrando, gracias a la legislación europea en la
Directiva 93/13 y a la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de La Unión
Europea,de 17 de marzo de 2016, adoptada por el Tribunal Supremo en varias
sentencias, y ya aplicada por el resto
de los tribunales respecto a la declaración de la nulidad de las cláusulas abusivas cuando se
aprecien así por los jueces. Gran parte de los contratos firmados por los
ciudadanos con la banca son tan abtrusos, largos y en letra tan pequeñas, que
no los lee nadie, es una adhesión práctica. Un amigo, director de banco, me
decía, jocosamente, cuando estaba firmando un montón de papeles para abrir una
simple cuenta corriente, si lees no firmas, prácticamente das poder para que
te fusilen, si quieren. Centremos el
tema en los abundantísimos contratos de
formalización de hipotecas cuando adquirimos la vivienda propia, plagados de
cláusulas abusivas y por tanto nulas, que han trasladado al cliente particular
gastos, imposición de obligaciones e imponer ventajas y privilegios a favor de
las entidades bancarias. Las sentencias judiciales nos permiten, hoy, que sean declaradas nulas muchas cláusulas y
recobrar muchos gastos indebidamente pagados, (notariales, registrales, de
tasación , de gestión, etc) y que correspondería pagar a la entidad bancaria,
incluidos los impuestos trasladados, y dejar sin efecto otras cláusulas
abusivas que plagan una escritura de hipoteca, como los intereses de demora, de
vencimiento anticipado, etc.
¿ Que es lo que tiene
que hacer el lector para saber si su hipoteca tiene cláusulas abusivas y por
tanto susceptibles de declararse nulas por un juez? Primeramente ha de disponer
de la Escritura de Préstamo Hipotecario
y de todos los justificantes de gastos e impuestos pagados con relación
a la firma del documento notarial, muchos de los cuales figurarán como anexos
en la misma escritura y si no han de ser solicitados a la propia entidad
bancaria, cuando sea ella o una filial la gestora la que se hubiera encargado,
previa provisión, de efectuar los pagos. Y segundo leerse la cláusula de “
Gastos a cargo del Prestatario “, y si ,
como es previsible, se especifican a abonar los gastos: de tasación, notariales
y registrales, los impuestos que se originen en la constitución desarrollo, modificación
o cancelación de la hipoteca, los procesales , en su caso, y otros; todos ellos recuperables. Por tanto, no le merece la
pena seguir leyendo y puede ir pensando en ponerse en manos de un bufete de
abogados especializado ( normalmente esta primera consulta es gratuita) y seguro que ellos, más acostumbrados, encontrarán
fácilmente muchas más cláusulas abusivas ( cláusula suelo, intereses de demora
desorbitados, comisiones improcedentes, cláusula de resolución, cesiones del
crédito sin comunicársela al prestatario, etc) y le aconsejarán primero
dirigirse al Defensor del Cliente de la entidad y que , como es previsible que
no conteste , presentar inmediatamente después una reclamación judicial, que seguramente se
ganará con costas, que es lo que cobrarán sus abogados, y que es lo debe pactar con ellos.
La banca estadísticamente
cree que serán minoría los que reclamen, aunque son cantidades importantes, y por eso
están muy callados. Yo llamo a la ciudadanía a reclamar la devolución de las
cantidades indebidamente cobradas sin tener en cuenta el efecto en el sistema
financiero y tener con la banca la misma consideración y trato que le han dado
a los ciudadanos, ninguna. Confío en la sociedad civil para reconducir estas
acciones reclamatorias, y confío muy poco o nada en los políticos, a los que hay que exigirles una legislación nueva, que tenga
como centro la defensa de los consumidores.
Comoquiera que los
jueces no deben ni pueden modificar las
cláusulas de los contratos, si no declararlas nulas, si se generalizan las reclamaciones,
quedará la banca en situación preocupante al reducirse sustancialmente la
rentabilidad y las garantías de cobro de sus hipotecas, pero eso no será culpa
de los consumidores , si no de la propia gula de la banca que se indigestó.
Lo asombroso es que
todo el contenido de los contratos de hipoteca que firmamos con la banca o
Cajas de Ahorro, cuenta con la aprobación expresa del Banco de España, y por
tanto es el controlador el que ha permitido todas estas fechorías, y por tanto es
corresponsable. El papel de Notarios y Registradores de la Propiedad está también en entredicho. Tienen que venir a salvarnos
las instituciones europeas : la Comisión con sus Directivas y el Tribunal De Justicia de la Comunidad
Europea, con sus sentencias.
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