POR ALÁ
Invocando
a Alá, la civilización occidental, de ascendencia judeo-cristiana.
lleva años amenazada y atacada por una serie de individuos, en
solitario o en grupo reducido, con la intención de causar terror en
la población, de forma indiscriminada. Las amenazas de declaración
de guerra al infiel, la yihad, las realizan bandas de fanáticos
islamistas que responden a diversas denominaciones : Al Qaeda, ISIS,
Bokajarán, Hezbolá, etc ,que financian , planifican y reinvindican
las masacres terroristas. Dentro de estas sociedades occidentales
está España, no solo por ser una sociedad infiel , si no por el
mandato coránico de recuperación de Alandalus, que comprende todo
el territorio peninsular , . Estamos, por tanto, de lleno en el
meollo de la amenaza terrorista islámica.
Me
parece que la discusión de si estamos o no en guerra es una
discusión absurda, a la vez que inútil. Estamos en guerra, no por
que la hubiera declarado occidente, si no por que nos la han
declarado. Negarlo es de idiotas, e ignorarlo de suicidas.
Pero
más inútil es perder el tiempo discutiendo de si el Islam es o no
una religión pacifista y que estos tíos son solo unos radicales,
postura politicamente correcta y en la que muchos de los dirigentes
políticos están posicionados. El Corán trata a la relación con
los infieles y especialmente con los judios y católicos , de forma
diversa unas veces de forma pacífica y en otras prohibe toda
relación , ni como amigos, hasta, en la sura 9 , se ordena que todos
los infieles deben ser aniquilados. Por tanto lo que es pacifista es
la educación que se imparta del Corán, y las interpretaciones lo
que pueden ser pacifistas o no.
La
“interpretación” yihadista los lleva a masacrar a las
comunidades cristianas primitivas que alcanzan el 10% de la población
( algunas hablan arameo) asentadas desde hace dos siglos en Siria, en
un genocidio olvidado y ocultado por occidente , destruir sus templos
, expulsarlos de sus territorios, vender a sus mujeres como esclavas
, etc, y todo occidente callado ante este genocidio cometido ante sus
narices. Pero también los Sunitas matan a los Chiitas y viceversa,
ya que hay que matar a los apóstatas, y los estados musulmanes
vecinos, y sus organizaciones supranacionales, también están
callados, pero financiando a las facciones contendientes, y no
acogiendo a los refugiados, cuando no lucrándose del conflicto, como
Turquía, que es aliada de occidente y miembro de la OTAN. Este
potaje está profundamente enraizado en el Islam religioso. Ello
están todavía en Las Cruzadas II, aunque en occidente nos negamos a
aceptarlo .
El
potaje se completa con los intereses, no solo de las potencias
limítrofes, si no de Usa , Rusia, Francia, Inglaterra, Alemania
,etc que meten la cuchara “ para remexer o pote”, empiezan por
armar y ayudar a una facción y cuando se dan cuenta del error, por
que están cebando al dragón terrorista, pasan sin pudor alguno a
armar ayudar a los antiguos enemigos, sean o no dictadores o
teócratas . Los occidentales podrán bombardear , pero botas no
mandarán, y así lo único que hacen es aumentar las oleadas de
desplazados que ya suman 11 millones de personas , de los cuales cabe
esperar que, tarde o temprano, emigren a Europa, islamizándola. La
pretensión de que sean tropas de países musulmanes las que tomen y
ocupen el terreno, y reconduzcan el problema hacia una normalización
política , es difícil en estos momentos y ya se empieza a
considerar la aceptación de soluciones dictatoriales o de gobiernos
teocráticos, que estabilicen la región.
Esta
guerra tiene, para occidente, unas dificultades especiales,
diferentes a cualquier guerra anterior. Se presenta en dos escenarios
o frentes que tienen diferente tratamiento. En el frente oriental la
guerra en Siria e Irak, para la que se organiza, liderada por
Francia , una coalición bajo el paraguas de la ONU , que ya ha dado
el visto bueno, pero nada dicen, de momento, ni las organizaciones
internacionales de países musulmanes, ni esos países a título
individual. La guerra contra el Estado Islámico no solo tiene que
ser a base de bombardeos , si no que debe de cortar los suministros
de armas , alimentos, , control de las redes sociales que usan para
radicalizar y reclutar a sus efectivos, para formarlos y retornarlos
a sus países de origen para cometer atentados , si no también
anular sus fuentes de financiación a base de contrabando a bajo
precio de petroleo, hasta a sus enemigos y como objetivo final
estabilizar políticamente estos países y “ tutelarlos durante
años.
El
otro escenario de la guerra es el frente occidental que comprende
todo el territorio de los países occidentales atacados por el
terrorismo islámico, incluso se habla de que el riesgo de sufrir
atentados yihadistas es planetario. Las democracias occidentales
tienen una extraordinaria dificultad para luchar contra este nueva
forma de terrorismo, precisamente por ser democracias extremamente
respetuosas y garantistas con los derechos humanos. Los potenciales
terroristas no son solo musulmanes procedentes de las zonas de
conflicto, si no también musulmanes con nacionalidad en países
occidentales de segunda o incluso de tercera generación, que ya no
se radicalizan solamente en las cárceles, ni en las mezquitas
legales o garajes o pisos mezquitas, si no que se radicalizan también
y especialmente a través de las redes sociales de difícil detección
y de detención e imputación de delitos. Por eso los paises
occidentales tendrán que adaptar sus leyes para luchar contra este
tipo de terrorismo en temas tan delicados como el control de imanes
y mezqitas, control de las redes sociales, control de fonteras,
política emigratoria y de integración, permisos de residencia y de
concesión y pérdida de nacionalidad, etc, a la vez que se deben
reforzar, en medios y efectivos las fuerzas de seguridad y de
inteligencia. Será difícil pero habrá que abordar todas estas
políticas en común, y montar dispositivos para coordinar e
intercambiar información. El esfuerzo económico, político y
diplomático tendrá que ser, para los países occidentales enorme
y duradero en el tiempo.
Es
perentorio plantearse en serio un debate público, de la situación
del mundo islámico en occidente , analizando todas sus vertientes y
sin concesiones a lo políticamente correcto, a calzón quitado , ya
que si no se hace, veremos ascender a partidos ultras de derechas o
de izquierdas, con planteamientos xenófobos y populistas, que tanto
daño y sufrimientos han ocasionado a la vieja Europa, en el siglo
pasado. Es necesario estudiar el por que los islamistas , individual
y colectivamente no se integran en las sociedades occidentales, y
por que el 80% de los mahometanos residentes en Europa viven de las
ayudas sociales, y por que son tan proclives a radicalizarse, incluso
a individuos de tercera generación, que han nacido y educado como
ciudadanos libres en un país europeo, y que llegan a odiar a
occidente, a su cultura y a su forma de vivir. Este es un problema
crucial para occidente ya que millones de desplazados de las zonas de
conflicto, hoy en campos de refugiados en Turquía, Líbano, etc.,
tienen como objetivo desplazarse a lo que consideran utopicamente un
edén. Todos hemos visto las riadas de personas , incluso familias,
que a pie, se trasladaban desde Siria e Irán y la única palabra
que pronunciaban es Alemania o Suecia, su pretendido destino, y que a
pesar de las misérrimas condiciones en que estaban, rechazaban
violentamente las ayudas de ropa de abrigo y alimentos , si se les
prestaba la Cruz Roja de los distintos países, lo que demuestra
su absoluta no predisposición a una integración social . Y estos
colectivos son extremadamente influenciables y radicalizables, según
los recientes informes de los servicios de inteligencia alemanes.
Son por tanto, los refugiados, un colectivo más de riesgo, desde el
punto de vista policial y de inteligencia, aunque nos cueste
admitirlo y decirlo.
En
Europa , como en todo occidente, es el mayor reto colectivo
planteado en mucho tiempo, y nos jugamos nuestra identidad cultural e
incluso nuestra existencia, tal y como la conocemos hoy . Nos han
declarado la guerra santa, la yihad, y todos nosotros somos el
enemigo infiel, y la respuesta no puede ser con amor, besos y
abrazos, contra bombas, kaláshnicovs, y terroristas suicidas , tal y
como predican algunas formaciones políticas con candidez infantil.
Al-lah ákbar , Alá es grande, pero nosotros, con el debido respeto a la religión del Islám, lo tenemos que ser más
, mucho más, por que esta guerra no la podemos perder.