El haber veraneado más
de 25 años en Cataluña, desde que descubrí el Mediterráneo, me hacía creer que conocía bien el sentir de
los catalanes, incluso con los que discrepaba sobre su sentimiento separatista.
Los tenía, y aún tengo, como gente sensata, de orden, moderada y lógica.
Últimamente no me
encajaban las cosas y pensé que empezaba a estar gagá, cosas de la edad, me
decía. Ya no se trataba de aquellas caralladas que aducían los, cada dia más, mediocres políticos
catalanes : lo de España nos roba, lo de las balanzas fiscales, que ellos
financiaban los servicios andaluces, que los andaluces eran unos vagos , que
las inversiones en el Ave a Galicia eran superfluas y que estaría mejor
traspasar esos créditos presupuestarios a inversiones en el Corredor Mediterráneo,
etc. Aquello era porquería política, fundamentalmente de consumo interno, con
alto contenido supremacista , xenófobo, racista, etc, para mantener la tensión
y en todo caso también eran bravatas
para cabrear al Gobierno de Madrid, en el pulso independentista. Cuando alguien,
catalán, sensato y de prestigio como Borrell, publicaba con fundamento que
estas gilipolleces eran basura pura y
contrarias a la realidad, la fábrica catalanista de purín político se inventaba otros slogans,
no importaba que fueran creíbles, el catecumenado separatista tragaba lo que
sea y obedientemente, todos aquellos misioneros
secesionistas, repetían como cotorras las verdades absolutas de la secta.
En artículos anteriores,
como políticamente incorrectos que pretendo que así lo sean, he sostenido que
el pueblo catalán está sometido, desde que ascendió Pujol a presidir la Generalitat,
a un sistemático experimento de aleccionamiento social, tomando como guía metodológica las seguidas
por el nacismo de Hitler y/o por el marxista de Lenin. Decía un amigo catalán
que de tanto repetir que los catalanes eran los más listos , los más guapos,
los más trabajadores, los más emprendedores,los más formados, cultos y
educados, los más ricos, etc, que llegaron a creeérselo, mientras, en contraposición , que el resto de
los españoles, como enemigo exterior, y origen de todos sus males, éramos unos vagos , tarugos , analfabetos,
que vivíamos a su costa, y otras lindezas , de tanto repetir estas chorradas , todo
este paquete de porquería política, repetido millones de veces que muchos
catalanes también se lo creyeron: todo lo bueno es catalán y todo lo malo es
español. Esto desde las escuelas infantiles, los medios propios y los
subvencionados; inventándose, hasta el ridículo, la historia, la geografía y lo
que sea, montándose un bolo acumulativo que, poco a poco, era tragado por los
ciudadanos, como verdades divinas reveladas. Con este campo abonado, y muy bien
regado de abundante dinero público, cualquier bulo antiespañol germina, se
asimila, y se propaga con rapidez. Este
movimiento nacionalista, catalanista y
separatista, no es, tan solo, una idea política, es sobre todo una
religión.
Un proyecto político de
tan grande trascendencia e importancia, como es la secesión de un territorio, es
obvio que precisaría un serio y profundo estudio sobre las consecuencias
económicas y sociales. En contra de toda lógica los lideres secesionistas, ante
cualquier manifestación advirtiendo de efectos negativos, airadamente decían
que la declaración de independencia no solo no haría huir a la banca ( Caixabanc y Sabadell) y a las
empresas más importantes, sino que vendrían a montones a Cataluña, que la Unión
Europea los acogería amorosamente, que las pensiones se aumentarían , que los
perros se ataban con longanizas y otras tonterías, y que la Naciones se apresurarían con júbilo a reconocer a la
nueva república Catalana. Como no creo que no hubiera economistas, ni técnicos
catalanes serios que hubieran evaluado los efectos de la secesión , saco la
conclusión que los líderes políticos catalanes secesionistas mintieron
dolosamente a la población, a sabiendas de
que lo hacían . La realidad es que la
Unión Europea ya se pronunció oficialmente señalando la cola de países para
entrar, ya se marcharon unas 3.000
empresas y los primeros los bancos Sabadell y Caixabanc; que Cataluña es
deficitaria en pago de pensiones de 4.700 miillones de €.; y que si ganan las
elecciones los partidos secesionistas, el alud de empresas, técnicos y
autónomos será apocalíptico, y si ganan los constitucionalistas el auge
empresarial explosionará como el cava. A pesar de las grandes cantidades de
fondos aplicados a vender la secesión, ningún estado reconoció a la nueva
Nación catalana.
La verdad es que en un
mercado globalizado, las interrelaciones mercantiles y financieras son
intrincadas y difíciles, por no decir imposible, de encajonar en una zona tan pequeña como
Cataluña, y así hasta el infinito, de la gran mentira en que se basa el
proyecto secesionista catalán .
Creo que hoy, todo proyecto secesionista de
cualquier territorio de España y yo diría que de Europa , es inviable política y económicamente y, si
se llevara a cabo en Cataluña, lo que es hoy una de las regiones más ricas de
Europa, descendería de momento a los niveles
de renta media española, y si no lo remedian seguiría bajando y, como siempre,
los más perjudicados serán las clases medias y los trabajadores, los capitales
huirían.
La impostura del “procés” queda reflejada en:
-La falta de argumentos
serios. No son verdad la falta de inversiones públicas respecto a otras
regiones españolas, ni la mayor aportación solidaria de la diferencia de
ingresos y gastos al conjunto, ni el
eslogan de España nos roba, cuando,
aunque estaba quebrada, y considerada su deuda como bono basura, le ha prestado
más de 50 mil millones de € y avalado otros 25 mil millones Por no ser cierto,
es una mentira el argumento de que la mayoría de los catalanes apoyaban la
secesión. Se manejaron conceptos como el derecho a decidir y el derecho a la autoindependencia, que no
existen.
-La preparación
minuciosa del procés. Increíblemente el secreto mejor guardado por los líderes
secesionistas era que todo el famoso procés pilotaba ingenuamente en que España
iba a ayudar, al final, a la separación y en la financiación y construcción del
nuevo estado, que el ejército se retiraría del territorio catalán, al día siguiente de declarar la
independencia , que la Policía Nacional y la Guardia Civil también se
retiraban, después de una entrega y relevo ordenado y pacífico de sus funciones
de vigilancia en Puertos , Aeropuertos y puestos fronterizos, que la Agencia
Tributaria, los representantes de la administración del estado, se marcharían
al día siguiente, etc. Esto se contemplaba en las leyes de desconexión. ¿
Ingenuidad, optimismo, torpeza, engaño,…? ¿ Que pasaría si Madrid no hacía lo
previsto?. Como así fue. Pues que más allá de la obscura , dubitativa,
psicodélica, triste y vergonzosa Declaración Unilateral de Independencia, no
había nada, ni siquiera se arrió la bandera de España del mástil de la sede de
la Generalitat, y el Gobierno catalán, catatónico, veía asombrado e incrédulo
caérsele encima la acción de la Justicia y la asombrosae ¿ inesperada? puesta en
marcha del artículo 155 de la Constitución. Es cierto que la hipótesis de trabajo de
colaboración del Gobierno de España, tenía una alternativa, lejana y no creíble, por tanto
rechazable y era que la respuesta del
Gobierno a la declaración de Independencia sería durísima en cuanto a la represión no solo
policial si no del ejército, incluso con abundantes muertos. Naturalmente esa alternativa hipotética como lejana,
formulada por los secesionistas, aparece denunciada por los mismos
secesionistas como amenaza cierta y creíble formulada por el Gobierno español
es un planteamiento tan absurdo, que los
propios hechos lo han desmentido: se ha declarado la independencia ( o eso
parece) y no ha actuado el ejército, No fué ni necesario , fue suficiente aplicar el 155. Por
cierto la amenaza de que los funcionarios catalanes no cooperarían y se
enfrentarían a la intervención, tampoco ocurrió.
-La visión transmutada
de la realidad por los secesionistas. Les
hace decir cosas que llaman la atención por
absurdas. Algunas de las perlas que se manejan son: el golpe de estado
que dió Rajoy, al aplicar el 155, o se habla de presos políticos, pero nunca se
menciona que los secesionistas declararon la independencia, delito penado en el
Código Penal; la violencia del estado
opresor cuando las instituciones catalanas están en rebeldía contra la Constitución
y las leyes, se hace separación y se señala al constitucionalista, se expulsa a
los policías de los hoteles catalanes, y se estigmatiza a los estudiantes de
habla española, etc. Es el mundo al revés.
Llama la atención que
en las elecciones para el Parlamento catalán no se habla de un proyecto
político para administrar la comunidad, en temas económicos , sociales , de
inversiones , etc, Solo se habla del monotema de la implementación de la
declaración de independencia, eso si sin señalar fechas. No se habla tampoco
del desastre que supuso el gobierno de los secesionistas, fue un gran fracaso
que culminó en la fuga masiva de
empresas y en la declaración de independencia también fallida y que ahora
quieren resucitar.
En estas elecciones no
se dirime quien va a administrar para solucionar los graves problemas que tiene
pendientes Cataluña y que deberían ser prioritarios para los ciudadanos votantes
catalanes, si no que se dirime si ganan
los independentistas o los constitucionalistas, y quién impone sus criterios al
perdedor. ¡ De pena ¡