REFLEXIONES
ANTE LAS ELECCIONES LOCALES
Del camión de la basura descargan atriles con bustos parlantes
Este
año 2015, es un año marcado por un montón de procesos
electorales, que dejarán a España tan cambiada , que no la va a
reconocer ni la madre que la parió, y , con toda probabilidad, con
gran parte de las instituciones ingobernables.
Acostumbrados
al sota , caballo y rey bipartidista , donde el PP y el PSOE se
repartían la práctica totalidad de los cargos en las instituciones
españolas, salvo CIU que hacía un pandero de Cataluña y el PNV
hacía lo mismo en Vascongadas. Pienso que de ese tranquilo panorama
hay que olvidarse para siempre o por lo menos para un largo espacio
de tiempo. Andalucía abrió fuego, para, decía su Presidenta,
tener estabilidad, y ya vimos lo que ha pasado, que aún no se ha
podido designar gobierno. Las nuevas formaciones: Ciudadanos y
Podemos, alterarán el bipartidismo clásico y someterán a los dos
grandes partidos a unas tensiones tan grandes, según los resultados,
que los llevará irremediablemente a una refundación de hecho.
La
crisis, los abusos de poder, la prepotencia, la autosuficiencia, el
desprecio a los ciudadanos, la avidez rapiñenta por los fondos
públicos, la excesiva politización de las instituciones, la
ignorancia supina generalizada en las normas más elementales de la
administración de la cosa pública, y el desprecio a la totalidad de
las organización y la falta de respeto a las personas y carreras
de los funcionarios de carrera, que son sustituidos por “ personal
de confianza” , “asesores “ , “delegados” etc y demás
especies de ineptos, eso si leales “ ad náuseam” al mando, sea
el que sea; todo ello por parte de los políticos que acceden por
procesos electorales manipulados digitalmente por el jefe., o
simplemente nombrados por él, la eliminación de todos los controles
legales, económicos , técnicos y administrativos, la eliminación o
adulcoramiento de las figuras penales en las que pueden incurrir los
politicos , el absolutismo sobre el funcionariado y el pago libérrimo
de cantidades anormalmente altas a ciertos puestos puestos de
control, nombrados practicamente a dedo, con el objeto de comprar
voluntades para que aren por donde se les requieren , la falta
absoluta de protección legal a los funcionarios que denuncien, o no
“ cooperen” al dictado del político, etc; a esto se llegó
después de tantos años de desorganizar lo que tenía cierta pinta
de poder llegar a ser una administración profesionalizada, solo
faltaba un empujón de voluntad política en la buena dirección.
Asombrosamente la democracia, mejor dicho los partidos y los
pilíticos, no le sentaron bien a las instituciones, ya que lo que
está sucediendo no es ni más ni menos, que la corrupción
original generalizada,
En
las corporaciones locales se puede visionar perfectamente este triste
panorama. Los que somos y vivimos en Lugo nos es facil ver el “
funcionamiento” de nuestro ayuntamiento , paradigma de una
institución donde prendió y explosionó la llama de la corrupción
que escandalizó y salpicó judicialmente a toda España y que su
excesiva politización llega a límites organizativos tan absurdos
que lo hacen prácticamente en inoperante; y si miramos a la
Diputación, la total politización ha dejado catatónica a la
institución provincial. Ambas están patas arriba , desorganizadas,
y catatónicas y su mayor esfuerzo es soportar tanto gasto para
pagar a los políticos electos, asesores y demás personal de
confianza y demás gasto dimanado del tinglado político, las demás
actividades, las propias de ambas instituciones , son de despiste,
todo gira alrededor de de los jefes, a su mayor beneficio, medro y
gloria. Si no eres de Lugo, mira a tu ayuntamiento y verás que su
organización y eficacia, será más o menos visible o escandalosa ,
pero es la misma. La forma de gobernar a la que se ha llegado en las
instituciones, es la madre de la corrupción generalizada y eso no se
cambió en la crisis, aquí no hubo recortes, sino que siguieron los
desmadres y despilfarros, y tampoco ninguna formación, ni siquiera
las nuevas , de momento, pretenden modificar esta mamandurria
escandalosa. ¡ Son un momio tal como están!
El
Gobierno, agobiado por los escándalos de corrupción que afectan al
partido que lo sustenta, alega que lucha contra la corrupción y que
ha sacado 70 medidas contra esta lacra. Pero lo cierto es que no ha
abordado ninguna que incida en el origen de la misma y en su
generalización. Le achaco al Gobierno el no haber reformado la Ley
Electoral, contemplando las dos vueltas, para garantizar la
gobernabilidad y explicitar los pactos entre formaciones políticas,
para que puedan pronunciarse los ciudadanos ; limitación de
mandatos, garantizar la profesionalización y despolitización de
las instituciones, volver a instaurar los controles jurídicos,
económicos, técnicos y administrativos, volviendo a los concurso de
méritos puros y duros para cubrir las plazas vacantes de Secretarios
e Interventores, para evitar la práctica designación a dedo actual
por el político controlado; concentración de la gestión de las
competencias locales en entidades entre 10.000 y 20.000 habitantes,
supresión de la Diputaciones, garantizar la dignidad y la función
de los funcionarios como denunciantes de las tropelías de los
políticos, desaparición y limitación al máximo de delegaciones y
asesores, etc. La reciente reforma de la Ley de Administración local
va precisamente en sentido contrario
Y
el PSOE, en la oposición, aunque se desgañita contra la corrupción
del Gobierno, se desangra a borbotones por sus méritos propios en
Andalucía, quitándole veracidad y credibilidad a sus protestas y
promesas electorales de lucha y repudio contra la corrupción.
Ambas
formaciones han mentido mucho y dejado en el camino sus ideologías,
sus principios, sus escándalos y corrupciones sonadas y ahora están
vacíos, con muchos muertos sin enterrar que apestan, y sin mensajes
creíbles, que puedan ilusionar a sus electorados. Las formaciones
nuevas aportan, además de ofrecer salidas al vacío que dejan las
grandes y viejas, infunden un poco de ilusión y esperanza, pero no
se realmente cual será su reacción al tener que chapotear y piafar
en el muladar jurídico, económico , técnico y administrativo, en
que se han convertido las instituciones locales.