Desde el 27 F no
sentía una presión estomacal fruto de una conjunción de sentimientos: vergüenza, pena,
incredulidad, engaño, cabreo, pena, tomadura de pelo, risa e incluso
acojonamiento y miedo ante el futuro incierto de la Nación española.
Nuestra clase política respetuosa, en principio, con la
Constitución, estaba en posición de prudencia táctica, de un si, pero no. Bien
es verdad, unos más que otros. Ante un patente ataque al Estado, como fue el 1
de octubre, más que prudencia, se precisaba decisión unida para abortar, de
cuajo, la secesión golpista, mejor antes de producirse.
El relato de los
hechos de la jornada del referéndum lo ha perdido rotundamente el Gobierno,
increíblemente. Claro que la comunicación nunca fue su fuerte y los golpistas
mintieron , engañaron, provocaron fotografías, las trucaron , o las rescataron de
otros eventos, etc.
Después de hacernos el
Gobierno una exhibición de un refuerzo de más de 10.000 efectivos, de Guardia
Civil y Policía Nacional, antidisturbios, cientos de furgonetas, camión
del agua a presión incluido, despedidas patrióticas de las fuerzas, como si
fuesen al frente, al grito patriótico de ¡ A por ellos ¡, y se nombra a un General
de la Guardia Civil, de oficinas, de coordinador de las fuerzas, en funciones
de policía judicial, entre ellas los
Mossos de Escuadra, el Gobierno no podía fallar y lamentablemente falló.
El ingenuo General creyó en la lealtad de los Mossos, les encomendó
la función fundamental de la orden judicial: precintar los colegios electorales
de madrugada y requisar el material de votación. Hemos visto a los Mossos,
animar a los sediciosos en los centros de votación, portar las urnas,
papeletas, algunos aseguran que la logística de las urnas, era cosa de ellos. Algún
mala leche también osa decir que ellos verificaron que colegios electorales
estaban llenos de gente preparada, con niños y ancianos y los Mossos, previa
petición de ayuda a la Policia y a la Guardia Civil , señalándoles como objetivos precisamente
estos colegios, para que se enfrentaran con la población, mientras ellos, con deslealtad,
los contemplaban. Estos ciudadanos no eran angelitos, estaban preparados para
impedir el cumplimiento de una orden judicial, y , por tanto cometiendo un
delito de sedición y sabiendo a lo que
se exponían al resistirse o atacando a la fuerza pública. Por tanto esta acción
policial no puede ser criticada , al ser planificada, en forma minuciosa preparada, y fotografiada, con el objeto de acusar
de actuación como prepotente e injustificada, contra la población civil
inocente. El aparato de comunicación de los golpistas tenia fotos de anteriores
actuaciones policiales, que sin pudor alguno, difundieron, formando ya parte de la gran mentira que es, en si mismo,
el nacionalismo independentista.
La gran violencia policial es un gran camelo. En cualquier
democracia occidental, la actuación hubiera sido más contundente, teniendo en
cuenta que se trataba de un golpe de estado.
Vergüenza sentí al ver como se convocaba la Junta de Orden Público
y la presidia el jefe de los golpistas , como representante del Estado en
Cataluña. Fue un gran esperpento
absurdo. Tanto o más ver como los días posteriores al “ referendum” el recuento, y como los Mossos custodiaban
a los Policías y Guardias Civiles,
recluidos en hoteles, acosados por
grupos golpistas, apoyados por alcaldes, que lograron expulsarles. Un gran
ataque al estado de derecho y a la democracia, y una humillación al Gobierno y
al pueblo españo.
Después de la tormenta llega la calma y empiezan a surgir
grupos de ciudadanos apoyando a las fuerzas del orden, recluidas en los
hoteles, portando banderas nacionales, y en todo el territorio nacional
empiezan a formarse grupos de manifestantes, y balcones con banderas de la
nación.
El discurso magnífico del Rey , la huida de empresas de
Cataluña y la gran manifestación en Barcelona de la mayoría silenciosa nos da
esperanza de que la democracia será la
vencedora de este vergonzoso golpe de estado y que los rebeldes golpistas serán
juzgados, y castigados severamente y el estado de derecho será recuperado. AMEN.
La DUI, Declaración Unilateralde Independencia, deja de ser
un tema crucial para Cataluña, para pasar a ser solo un incidente, sin transcendencia
política ni jurídica. La Nación ya está de pié.